Hace años Armanda contaba que le gustaba sentarse en ciertos lugares del colectivo, que funcionaban como gradas. Y desde ahi, la deleitaba apreciar el acontecer del espectaculo de la humanidad, peleandose por protagonismo, en una cápsula para sardinas.
TRABAJO DE CAMPO.
ResponderEliminarY lo titule trabajo de campo nomás...
ResponderEliminargracias por recordarme