domingo, 4 de enero de 2009

Sexo

[...] Y es la arenilla de la libertad, el instinto que no entiende de moral, ni de ética, ahí, queriéndose abrir paso.
Lo que querés es descargar. Pero todo lo demás: el par d eojos, la nariz, las palabras, los cabellos, las historias, te parecen excedentes. Sobran. [...] Estás en la boca de los lobos. Te tientan, se pavonean y sentís ese halo de asco y diversión propio de las borracheras. Pero te agota de antemano el DESPUÉS.Te cansa el hurdir un plan de escape. Querés retozar. No más. No más de esta mierda. Te quedás con tus manos y tus ideas. Escribís en un papel. Descargás, te limpiás (al menos por un rato). [...]
¿Sentir el asco, verlo a la cara? ¿No más impulso comandado? ¿Una señal para tener paciencia? ¿Esperar la "vibración" correcta? ¿Y si está ahi y no se ve? ¿Ver para sentir?
Te tomás un bus. Tirás los dados al aire y abrís una novela para no pensar más.

(Mompiche- Ecuador)

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