viernes, 14 de marzo de 2008

Puntos de fuga







Escena numero dos. Un hombre, pongámosle de nombre: Ernesto... porque aparentemente es importante llamarse Ernesto. Y fue un hombre importante, qué decir. Por lo menos para mí, cuando era adolescente y todavía no me había enterado de que lo era.


Ernesto escribe sentado en su sillón. Ese sillón no combina con el color de la pared, pero él esta inmerso en la escritura y ni lo nota. La historia es de un hombre que se enamora de una mujer. Juan Pablo Castel y María Iribarne. Una historia del común, menos para aquellos que están siendo escritos por Ernesto y la padecen en carne viva.


Escena número tres. Una mujer es mirada por un hombre mientras mira un cuadro en donde hay una mujer en una ventana. Juan Pablo entiende que María acaba de entenderlo todo. Y el todo es él.


Escena número uno. Una muchacha, pongamosle de nombre: Karina. De importante no tiene nada. O nada más que el grueso. Karina escribe en una ventana de su computador dos escenas de la historia de un libro increíble, intentando explicar que la ventana que mira María es una fuga. Y que su ventana también.





Porque para eso se escribe, piensa. Para crear un mundo al cual fugarse un rato.



Quizás mi intención de explicar fue fallida. Entonces dejo, lo que logró explicarmelo a mi.





— ¿Sabes qué es un punto de fuga?
Lo miré. Vidal estaba de perfil. Me fijé en que tenía los párpados algo hinchados y caídos. Era la cara más blanca con el pelo más negro que yo había visto nunca. Andaba despistado en una lejanía y a lo peor se echaba a volar hacia ella en cualquier momento.
— Es cuando el paisaje ya no sigue porque la vista no alcanza. ¿No ves? Hay un punto, allí lejos, del que no puedes continuar. La tierra sigue, la llanura, los árboles, pero ni tú ni yo los vemos. Ese punto del que no puedes avanzar, a no ser con la imaginación o el catalejo, o con otra cosa, es el punto de fuga.
— ¿Por qué lo llamas punto de fuga?
— Porque si yo pudiera atravesarlo, entonces ya no me importaría lo que veo, sino lo de más allá, me fugaría de esto, me iría, sería otro.


(Fragmento de "La media distancia" de Alejandro Gándara)

No hay comentarios:

Publicar un comentario